sábado, 6 de agosto de 2011

La simpleza complicada.

La simpleza de una lágrima que recorre las más finas capas de la piel.
La complejidad de un sentimiento que emerge del cerebro para llegar al corazón.

La distancia tan corta que nos separa, es una simple barrera a superar. Una barrera de aire tan ceñida y efímera que es capaz de hacerme sufrir cada momento que paso junto a tí. Es duro, pero el triunfo recompensa el valor impuesto.

Sé que son palabras, y que las palabras se las lleva el viento, pero no los sentimientos y, sinceramente, dudo que sea capaz de arrancarme el corazón.



En cualquier caso, te esperaría hasta en el infierno.

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